sábado, 5 de diciembre de 2015

El Fin De Los Mundos. Capítulo 5 - La Muerte.

<< Soldado Jay Jackson >>

Primera noche de servicio aéreo, el maldito trasto vuela y tartamudea, patea como una mula y eso te pone bastante nervioso. Es la primera nave voladora de la historia, ¿Como puedes confiar en algo que solo ha sido probado 5 veces y la ultima vez casi se estrella? Me puse el casco desde antes de que subieramos, porque tiene un tanque de oxígeno conectado.
El oxígeno te pone bastante drogado, naturalmente claro. El paramédico (El único que al parecer tiene experiencia aquí trabajando con el capitán) dijo que al parecer cuando caes a 2 kilómetros de altura y saltas al vacío, por ley de la lógica tu corazón se acelera y tu respiracion tambien, entras en pánico y no sabes que hacer porque el oxígeno no llega al cerebro como normalmente debería.

A comparacion de el, la altura es lo último que debe de preocuparte.
Puedo sentir su fría mirada a través de esos goggles rojos de un aviador.
Todos le vemos, pero nadie se atreve a hablarle directamente, esta sentado ahi, con la frente en alto y esos goggles rojos por encima de aquel casco, apuesto a que nos ve, y puedo sentir su maldita mirada.

Todos en esta nave hablan de él. Dicen cosas, rumores. Solo yo siento su mirada.

Le llaman "K" a secas, nadie sabe su nombre, solo su superior. Otros le llaman "Killer" (Asesino) así que eso es el doble de acojonante. Su traje es un traje normal, como otros soldados, pero totalmente negro para el camuflaje y lleno de cargadores por doquier, dicen que ese traje tiene 4 cuchillos ocultos, en caso de no tener acceso a las armas de fuego: 2 en cada muñeca, uno en la pierna derecha y uno en la cintura en la espalda. Su casco es grande, sus goggles rojos están por encima del casco, supongo que es parte de la intimidación. Es grande y fuerte, solo lleva tres armas, una MP5 con silenciador, una .45 con silenciador (Igual que su hermano) y una revolver.
La asesina de dioses.
Mortis en persona forjó esa arma, mata cualquier cosa y no produce herida que no sea mortal. Le pertenecía a su padre.

Su padre, otra historia acojonante. Robert Oldfield era un bastardo, todos le odian aun en la actualidad, y lleva más tiempo muerto del que yo tengo con vida. Robert era un agente de la Organización, no era el mediocre, pero tampoco era el guapo con grandeza, solo otro agente más.
Por vicisitudes del destino, un dia se convirtio en un mago terrorista, su poder mágico se debía a que la gente le tenía miedo. Infundía el miedo, eso significaba quemar ciudades enteras, matar familiares enfrente de los niños y luego obligarlos a comerselos... dios, una época de terror.
Dicen que su padre mató a su madre delante de sus narices para luego intentar matar a su hermano. Otros dicen que Mortis es su madre, por eso lleva la muerte con el. Lo que es seguro es que el apuñaló a su padre, agarró a su hermano y se fue de la casa a la ciudad, a su hermano le llaman "El hijo de puta" porque K pagaba a las prostitutas para que le amamantaran. Dicen que K era de los chicos malos y que es así como el podia sobrevivir y alimentar con el pequeño René.

Dicen un montón de cosas sobre él, y solo el sabra cuales sean ciertas.

- Son unos imbeciles. -Dice, y su voz se siente ronca y falta de emoción.
- ¿Como nos llamó? -Pregunta uno de los chicos.
- Imbeciles.
- No permitiré que nos llame así...
- Son unas perras chismosas hablando chismes de mi que escucharon en un bar con un par de amigos ebrios, -Se pone en pie- y creen que por eso me conocen. Mi madre se llamaba Naomi Pierce y fue la mejor madre del mundo, y soporto a la mierda de persona de mi padre por muchos años. El arma si perteneció a mi padre y si fue forjado por ella. Las putas de la Red Store alimentaron a mi hermano. Y trabaje para un tipo cuyo trasero voló en mil pedazos un día porque hacía apuestas ilegales. Pero ustedes son una bola de novatos acojonados porque me consideran el mas grande cabron de la faz de la tierra, no se acojonen aún, porque enfrentaremos a tipos peores ahí abajo.
- No tienes porque insultarlos, K. -Dice el paramédico- Existe el respeto profesional.
- Parece que los sacaste de la cosecha. -Cuchichea, y luego existe un silencio perturbador- Oh por dios, en serio los sacaste de la cosecha.
- ¿Eso es malo, señor? -Pregunto.
- A)No me llames señor, y B)Apuesto a que nada mas te enseñaron a disparar, pero ahí abajo te meteran un montón de balas en el culo si no sabes qué hacer.

Todos le miran, y por un momento todos se sienten comprensiblemente raros, nos ha dicho varias cosas que son ciertas. La Cosecha tiene una mala reputación, si eres un chico muy entusiasta  te diriges ahí por propia voluntad y dices "A la mierda, quiero ser como K"; o , en el peor de los casos, puedes quedar pobre y decir "Que la Organización me mantenga" y todos quieren ser analistas, nadie un agente de campo. Y los pocos que los hay, todos quieren ser como el tipo que nos está mirando a través de los goggles rojos con una mirada fría.

- Okey, nenazas -Empieza su cátedra- les explicare las reglas. Mision de infiltracion, significa que no matan a nadie excepto que yo lo diga y cuando yo lo diga o la misión se va a la mierda. El objetivo es conocer más acerca del rey del hampa en estos lugares, no tenemos una mierda de información y necesitamos por lo menos 6 hombres desarmados con vida para interrogar. Estamos de 5 hombres a uno, si son muy imbeciles eso significa que hay 5 veces más que nosotros. Sus armas, rifles de carga eléctrica, son una mierda comparada con las armas que ellos tienen. Ellos tienen rifles que harán agujeros tan grandes como una manzana y un lanzagranadas que no dejara ni un pedazo de carne que no reconoceremos. Debido a que todos ustedes, bola de idiotas, fueron sacados de la Cosecha, es obvio que morirán apenas llegar a la tierra, y solo 2 o 3 de ustedes sobrevivirán; eso sin contarme a mí y al paramédico. Si Aquila existe que ella les ayude, porque yo no lo haré.

Cada quien toma su arma, y se pone el casco, acciona el botón de oxígeno y aseguran su paracaídas. El primer salto Halo de la historia, el primer despliegue aéreo de soldados. Por un minuto vemos la luz de la luna bañarnos, y se ve tan bella. Vemos como el tipo de traje negro y goggles rojos da un pequeño brinco, y nosotros le seguimos.

Ahora son nuestras miradas drogadas puestas sobre él; y el ya es un miedo de segundo plano, ahora nuestra preocupación es la caída.

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