A
las afueras de la ciudadela, una nube de polvo pequeña se levanta en el vasto desierto (El lado oeste de la ciudadela es un desierto lleno de dunas y grandes montañas) un caballo a todo galope corre libremente llevando encima a un jinete
que ha recorrido un camino duro.
El
jinete va vestido como un vaquero, sin sombrero y con un trapo que le cubre
nariz y boca. Su piel es rojiza como el ocaso y sus ojos de un color carmesí
bastante llamativo. Tiene en la cara una cicatriz que va desde su nariz,
circuncidando su ojo hasta su mejilla; casi a la altura de la boca.
El
caballo se ve agotado, el jinete también. Ambos han recorrido un camino duro
desde hace ya tantos años en que se
conocieron. ¿Por qué un camino duro? Han soportado todo tipo de desgracia
natural y han aguantado hasta el más mortal golpe que los elementales puedan
dar.
Apenas
llegar al puente que une la ciudadela con el desierto, la puerta se abre y da
una cálida bienvenida al viajero solitario. El viajero ha llegado del lado
oeste, lugar donde hay un mercado a calle abierta.
Muchos
se callan, algunos sin saber porque; otros por el temor que les infunde el
simple hecho de verle; otros porque creen conocerlo, se les hace conocido, y
demás porque han reconocido el logo marcado en un pequeño pin que está en su
abrigo, el temido logo de la FOX IN FIRE (Un zorro que aparenta estar en
llamas, o ser de llamas, alguno de ambos). El caballo baja la velocidad apenas
llegar al mercado. El viajero llega
hasta la cantina del lugar y desmonta el caballo, sin amarrarlo, sabiendo que
nadie lo robaría por su propio bien.
En
la cantina los ebrios se callan al ver la puerta abrirse de golpe, muchos
tiemblan ante el logo, muchos ni si quiera lo reconocen.
A
través de ebrios y barbajanes el viajero se abre paso hasta la barra, donde la
bella y joven Nancy limpia los tarros vacías, que minutos u horas antes
estuvieron llenas de cerveza de buena calidad.
Cuando
el vaquero se sienta, todos se callan, y cuando vuelve la cabeza hacia ellos,
todos vuelven a sus labores típicas.
- - ¿Sabes?
– Dice el sujeto.- De donde yo vengo, la recibida es más cálida.
- - ¿De
dónde es usted? – Pregunta Nancy al cansado viajero.
- - Del
oeste. – Contesta el hombre.
- - Eso
no me sorprende, todos vienen de Ciudad Iris.
- - No,
señorita, vengo de más al oeste.
- - ¿Qué
tanto?
- - Del
otro lado del mar.
- - Escuche
que todo ese lugar esta devastado.
- - Si,
la guerra lo devasto antes de que tu nacieras, eso fue hace casi 15 años;
deberías de haberlo visto en sus épocas doradas.
- - He
de imaginar que era hermoso.
- - Si,
ahora es hogar de ninjas sin honor. Y cuna de la organización.
- - Ese
emblema que usted carga, es curioso.
- - Todos
tiemblan ante él.
- - Todos
tiemblan ante usted ¿Eh?
- - Todos
menos usted señorita. Me imagino que usted no reconoce el logo que traigo en la
chaqueta. - - -¿Tiene usted idea de qué significa?
- - No,
ni puta.
- - Es
el emblema del elemental FOX IN FIRE.
- - ¿Usted
es un elemental?
- - Tal
vez.
- - No
se ven muchos elementales en la actualidad. Me sorprende que usted sea uno.
- - Sí,
todos están muertos ahora.
- - ¿Usted
le teme a la muerte?
- - Pienso
en la muerte y me parece graciosa, estamos muertos en vida, pero nos sentimos
más vivos que nunca cuando estamos a punto de morir.
- - Ese
es un pensamiento macabro.
- - Naah,
solo es una manera de pensar un poco… ok, tienes razón, es un poco macabro.
- - Usted
tiene una lógica distorsionada señor.
- - Eso
me han dicho a lo largo de mi vida. Fui humillado, tratado como un vil ladrón,
maltratado, golpeado, y recibí lo peor que este mundo puede dar. Y aun así,
aquí sigo, como un perro callejero que se levanta una mañana sin comida,
esperando sobrevivir.
- - Eso
es un poco duro.
- - Sí,
pero no importa cuando duro pueda oírse, esa fue mi vida. Y lastimosamente me
tocó vivirla.
- - ¿No
ha pensado en buscarse a alguien?
- - Solo
una persona, y murió hace mucho tiempo.
- - Tenemos
que aceptar que nada es para siempre.
- -¿Alguna
vez lo has hecho?
- - No,
no he perdido a nadie.
- - Entonces
niña, solo eres una bebe. Un viejo… amigo… decía que en esta vida somos dos
cosas: cenizas y sueños. Porque vemos como es este mundo, es cenizas, alguna
vez fue una tierra maravillosa y nosotros nos adaptamos a este ambiente, este
ambiente es ceniza, y nosotros somos ceniza. Y también somos niños pequeños que
no se quieren ir a la cama cuando nos toca la hora de dormir.
- -Ese
si es un pensamiento cierto. Por lo menos mas cierto que el anterior. Usted es
sabio señor.
- - Tutéeme.
- - Lo
siento señor, en verdad no lo conozco.
- - Tal
vez no tenga que hacerlo. Mi nombre es Gary. Muchos me llaman el Mago. Vengo
del otro lado de este negro mundo. Y he recorrido estas tierras desde hace
años, la última vez que pase por aquí, debió de ser cuando usted era apenas una
bebe.
- - Tal
vez.
- - La
bebe más hermosa del mundo me imagino.
La
chica se sonroja ante el cumplido del mago. Pero no deja de hacer su labor.
Todos los demás tiemblan cuando el escuchan el nombre del mago, muchos
reconocen ese nombre de historias, viejas leyendas, muchos murmuran rumores.
Pero si de algo están seguros es que el mago es el tipo de persona con el que no
quisieran meterse en una pelea. Las leyendas le llaman héroe de héroes por
haber vencido elementales, bestias, asesinos y clanes de ultratumba.
- - ¿Quiere
saber quién soy? – Pregunta el vaquero.
- - Sí,
tengo tiempo de sobra para una historia larga.
- - La
historia que le voy a contar es bastante larga, pero no creo que eso tenga nada
que ver, además, - pienso saltarme las partes aburridas. Iré al grano.
- - Empiece
entonces, que el primer trago es de cuenta de la casa.
-
15
años atrás.
Gary
M. padre fue un granjero toda su vida. Se dedicó a su granja toda su vida,
siendo una persona activa y trabajadora. Dedicando todo su tiempo en su granja,
descuidando siempre otros pequeños detalles de su vida privada.
Gary
M. hijo (El legendario Mago) era todo lo contrario, odiaba la granja, era flojo
y muy inútil para la granja. Siempre molestado por su padre, que lo tachaba de
inútil y torpe.
Lamentablemente
ambos tuvieron que convivir hasta que el hijo cumplió la mayoría de edad.
Su
madre, señora muy reservada, venia de la CIUDAD DE HIERRO, nació y creció en la
época en que CIUDAD DIAMANTE peleaba con CIUDAD DE HIERRO, y entre ambas se
destruyeron.
Gary
hasta este punto era solo Gary, no era el mago aun. Gary no tuvo ninguna
habilidad especial. Era un chico común y corriente. Teniendo la única habilidad
de engañar y estafar gente con los naipes. Pero se daba aires de grandeza,
soñaba con ser alguien en la vida; tal vez pertenecer a la organización BRAIN,
encargada de la seguridad del mundo; tener una familia, tal vez una hija, un
hijo, ser feliz.
Pero
los prestidigitadores como Gary solo pueden añorar estafar gente en bares o ser
estafadores comunes. Tal vez ambos.
¿De
haber sabido lo que pasaría, se hubiera ido, o se hubiera quedado a ser un
granjero?
Al
cumplir la mayoría de edad, Gary se fue de la casa, diciéndoles adiós a su
madre y a su padre y buscando nuevos horizontes. La granja se encontraba en una
pequeña isla no muy lejana de la gran CIUDAD DE HIERRO (Conectada por un puente
de madera en muy mal estado) así que el primer destino del mago fue la gran
ciudad.
La
ciudad era muy grande, gigantesca, localizada en el punto medio de los templos;
para así evitar que entre ellos se destruyeran. El primer destino del mago fue
buscar un lugar donde quedarse. Así que visito a Juan (Un viejo amigo de la
infancia que trabajaba en el rancho desde antes que Gary naciera.) en el
puerto. Juan se encargaba de manejar la fragata MEDUSA DE LUZ; la cual
realizaba viajes cortos desde el puerto de la ciudad hasta la legendaria
CIUDADELA.
Gary camino casi todo
el día, desde el mercado hasta las casas del puerto. Para al final y al cabo
encontró a su amigo afuera de un bar, ebrio y muy golpeado, sacado de ahí por
las camareras y ebrios.- ¿Juan? –Pregunto temeroso Gary- ¿Estas bien?
- Gary… -Respondió su amigo tratando de procesar en su mente- me han golpeado y me han corrido de un bar. Pero estoy bien, estoy intacto y feliz. ¿Qué te trae a esta ciudad?
- Bueno, quiero hacer mi propia vida. Lejos de mis padres.
- Estás loco si quieres hacer una vida aquí, has venido en un momento malo, la ciudad está al borde de la locura, esos ninjas locos quieren destruirse entre ellos mismos sin tomar en cuenta lo que eso signifique.
- ¿Tú crees que eso me importa?
- Mira, cuando la guerra estalle todo esto se ira al carajo.
- ¿También el puerto?
- Si, con todo y puerto. ¿Qué buscas?
- Hogar, trabajo, cigarrillos.
- Puedes quedarte conmigo y viajar en la MEDUSA.
- ¿Me pagaras?
- No, ni un centavo.
- Maldito.
- Pero comerás conmigo y no te botare a la calle.
- Me parece justo, hasta este punto.
- A ver qué te parece después de un tiempo.
¿Qué
depara el tiempo? ¿Muerte y poder? ¿Amor y seguridad?
El
tiempo pasa, directo y firme en una dirección, como un río, el tiempo pasa
igual para todos y para nuestros corazones. El dulce cariño, se convierte en un
fuerte amor, ya sea romántico o fraternal. Y el joven niño, se transforma en un
gran hombre, para bien o para mal.
Después
de siete días y siete noches los días en el mar se hacen eternos. Si tan solo
hubiera una manera de transporte que no fuese el mar, sería maravilloso, pero
la única manera de viajar de un lado a otro que no sea en barcos… esa manera
seria el cielo. Y lógicamente los humanos no tienen alas, así que… hay que
soportar el barco, viajes tardíos y peligrosos, sobre todo en las noches sin
luna. Después
de siete días y siete noches, uno se empieza a volver loco en el mar. Gary se
estaba volviendo loco. Era ABURRIDO estar todo el día en el barco, limpiando
por ratos, navegando por ratos, y deteniéndose en cada puerto que se
encontraran.
Un
hermoso lunes, de una noche triste y sin luna. Vaya ironía en como el ambiente
modifica el adjetivo anterior, por tanto un hermoso lunes se convierte en una
noche vacía con el simple hecho de no saber hacia dónde se va. Ubicándose solo
con una estrella, y al final de todo ¿Qué es una estrella si no una gran piedra
que vaga en un infinito espacio? Ubicarse con una estrella no es sencillo,
sobre todo cuando te acabas el licor sin siquiera saborearlo.
Juan
saboreaba el licor aun, y lo curioso del caso era que el licor se agotó hacia
tres horas atrás, dejando solo un amargo sabor de boca y una resaca maldita. Se
detuvo en ciudad oro, y si lo hizo fue porque necesitaba más licor… este,
perdón… más pasajeros.
Vaya
que la ciudad estaba desolada siendo apenas las once de la noche, no era
temprano, pero tampoco tarde para la ciudad dorada.
Juan
quería pasajeros.
Juan
tuvo pasajeros, y vaya pasajeros.
Una
mujer joven, de apenas veinte años, de ojos rojos y pelo carmesí abordo el
barco antes que Juan; a su lado, un hombre de aspecto elegante, con ojos blancos
en su totalidad y con una sola maleta pequeña. Pagan el viaje al joven Gary, la
joven no le quita los ojos de encima. Ni el a ella, y es que, eso último es
normal. Imposible de ignorar.
La
pregunta es ¿De quién es el viaje que va a empezar? ¿De Gary, a convertirse en
el legendario mago? ¿O de los dos elementales, en un seguro y directo camino a
la muerte?
Haciendo
un ligero paréntesis en esta parte de la historia, resulta curioso como el
destino juega con nosotros, las vueltas que da la vida. No. Vueltas no, no
tiene sentido eso, la vida no da vueltas (Aunque si marea), creo que lo que más
encajaría sería un triángulo. El triángulo de la vida, tiene un inicio y tiene
un fin; y consta de tres partes: el aprendizaje, el valor, y la sabiduría.
Nuestra
vida tiene un inicio y un fin. Es un revoltijo, no es más que un engaño, es
como un juego de cartas: no sabemos lo que nos toca, y a veces nos tocan cosas
buenas, a veces cosas malas.
Y
es que, esos dos pasajeros son elementales, ella es la elemental del fuego y él
es un elemental aire. Ambos van a un mismo destino. El legendario templo aire.
Lugar a donde solo los dignos y los elementales pueden acceder.
El
destino juega con nosotros, es cruel y firme, y nada puede cambiar eso, ni
siquiera nosotros. El destino es una ruleta; gira según nuestra fuerza, y se
detiene en algún punto.
Tiempos
cambian, estaciones se van, gente viene y va, modas pasan, todo cambia, pero la
gente nunca cambia, ni su destino puede cambiar, al final y al cabos solo somos
cenizas en el cenicero.
- ¿Dónde
va este barco? –Pregunta la chica de pelo carmesí.
- A
ciudad diamante. –Responde Gary dando un sorbo de café.
- Ciudad
de magos y elementales –Dice el tipo de ojos blancos- ciudad peligrosa para
cualquier persona.
- ¿Ustedes
a dónde van? – Pregunta Juan.
- A
ciudad de hierro. Fuimos a las islas a una misión de reconocimiento rápida.
–Dice la señorita.
- Bien,
espero que disfruten de su estadía en este barco. –Contesta Juan- nos faltan
aún un par de días para llegar, por lo menos siete u ocho días más.
Cuando
los elementales se van. Gary se acerca a Juan y ambos suben al timón.
- ¿Elementales?
–Pregunta Gary.
- Si,
algo se traen entre manos. Tener elementales es mal augurio.
- ¿Por
qué?
- Siempre
se meten en problemas, y si ellos tienen problemas, nosotros tendremos
problemas.
- Coño; hablando de problemas, una tormenta se aproxima.
- No es eso,
es raro, la corriente marina nunca esta así de agresiva.
- ¿Crees
que los elementales tengan algo que ver con esto?
- No,
ella es elemental de fuego y él es elemental de viento.
- Agua…
es raro.
Cuando
Gary camina hacia su dormitorio, el barco se agita de manera violenta,
incontrolable, el agua se agita, pero el viento sigue igual… algo raro pasa con
el agua.
De
repente, sale el Profesor en forma elemental.
El
profesor es un elemental nivel 5, es un maestro, es muy viejo, pero no aparenta
tener más de cuarenta años. En su forma elemental está totalmente hecho de
agua, incluso su ropa. Siempre vestido con un traje de etiqueta y un bombín.
La
chica y el hombre salen a ver qué es lo que pasa.
- Gata,
Dewey, tiempo sin verlos –Dice el profesor, subiendo al barco y obteniendo poco
a poco su forma original- devuélvanme lo que me robaron y no sufrirán… mucho.
- Olvídate
de que te entregaremos la piedra. ¿Para qué la necesitas? ¿Qué piensas hacer
con ella?
- Eso
no es asunto tuyo zorra inmunda.
- Chico.
No dejare que le hables así –Dice el tipo de ojos blancos (Dewey, según dijo el
profesor)- es una gata no una zorra.
- Caballeros,
largo de mi barco –Dice Juan- tendrán que retirarse.
- Cállate
inútil –Contesta el profesor, lanzando una llamarada al pobre Juan.
El
profesor crea olas, aumenta la fuerza del agua. El barco titubea. Juan se
quema, arde en llamas y trata de correr, pero solo llega hasta los pies del
asustado Gary.
- Chico…
lo siento mucho... –Dice Juan con sus últimos alientos- sobrevive…
Juan,
el… ha fallecido.
El
barco se destroza por la fuerza del mar, el profesor avienta llamaradas a todos
lados y el barco poco a poco se incendia. Gary y todo el mundo corren tratando
de salvarse. El oxígeno se acaba, y aventarse al agua es mala idea, sobre todo
con un elemental del agua cerca.
Gary
se ha desvanecido.
Despierta y está en el aire, flotando en el aire con la chica al lado de él…
desvanecida tal vez. Voltea a ver atrás y ve el barco en llamas, lo que queda
del barco en llamas, y lo demás se hundió. Toda esa gente muerta.
- Duerme
chico –Dice alguna voz- este viaje será largo. Muy largo.
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